Del 15 al 18 de octubre de 2025, Concepción, Chile
Introducción: El trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos (TPH) es una estrategia curativa fundamental para pacientes con Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA) de alto riesgo o recaída.
Objetivo: Evaluar los resultados clínicos de pacientes con LLA sometidos a TPH, registrados en el Registro Nacional de Leucemia Linfoblástica Aguda de Chile.
Metodología: Se realizó una revisión retrospectiva de las fichas clínicas de pacientes incluidos en el Registro entre 2017 y 2025. De un total de 215 casos de LLA, 94 correspondieron a pacientes que recibieron TPH. Para el análisis descriptivo de las características de los pacientes y los tratamientos, se construyeron tablas de contingencia y la sobrevida global (SG) se estimó mediante curvas de Kaplan-Meier.
Resultados: 94 pacientes fueron sometidos a TPH. La edad promedio al diagnóstico de LLA fue de 32,7 años (rango: 10,3-63,2), 54,3% de pacientes masculinos. Siete pacientes tenían antecedentes de neoplasia previa. El promedio de glóbulos blancos al debut fue de 55,43 x 109/L. La clasificación de LLA fue 91% LLA-B, 7,4% LLA-T. Un 32% presentó marcador mieloide en citometría de flujo.
BCR::ABL1 fue positivo en 23 pacientes (24,4%), con 17 casos de p190 y 7 de p210. Otras anomalías citogenéticas incluyeron t(4;11) (n=4), cariotipo complejo (n=10). El TPH se realizó en primera remisión completa (RC1) en el 77%, sin diferencias significativas en la SG para RC1 o RC2 (p=0,1). El 71,7% de los pacientes se catalogó como riesgo alto. La mayoría de los TPH (88,2%) se realizaron en centros privados. El 90% de los pacientes presentaron EMR negativa por citometría de flujo pre-TPH. El TPH haploidéntico fue el más frecuente (70,3%), seguido por el alogénico con donante relacionado (DR) (23%) y el alogénico con DNR (6,6%). El condicionamiento fue mieloablativo en el 74,7% y RIC en el 25,3%. Los regímenes más usados fueron FLU TBI (57,1%) y FluCyTBI (19%). La celularidad infundida promedio fue de 8,1 x 106 células/kg. Las complicaciones infecciosas se manifestaron en el 90,8% de los pacientes, EICH aguda en el 21,1% (predominantemente cutáneo), hemorragias en el 13,2% y síndrome de obstrucción sinusoidal (SOS) en el 5,3%. Las infecciones bacterianas fueron las más comunes (53%). El tiempo promedio de prendimiento de neutrófilos y plaquetas fue de 16,4 y 17,6 días, respectivamente. La mortalidad relacionada con el TPH fue del 8,9%. La evaluación de médula ósea post-TPH en 70 pacientes mostró RC en el 78,6% y resistencia en el 10%. El quimerismo completo se observó en el 90% de los 40 pacientes evaluados. La supervivencia global a 36 meses fue del 55,6%, y la supervivencia libre de progresión fue del 43%. El uso pre-TPH de blinatumomab (n=6) e inotuzumab (n=23) no mostró diferencias significativas en la SG .El análisis MV mostró que recaer post TPH se asoció a mayor riesgo de muerte HR 18.4 p<0.005.
Conclusión: Se reafirma que el TPH es un pilar terapéutico fundamental para la población chilena.