Del 15 al 18 de octubre de 2025, Concepción, Chile
Introducción: Los Linfomas B agresivos representan entre el 30 y 40% de todos los linfomas no Hodgkin. A pesar de la estratificación pronóstica clínica, la respuesta al tratamiento y sobrevida tienen una amplia variación. El microambiente tumoral (TME) influye significativamente en la progresión y respuesta terapéutica. Sin embargo, la interacción entre componentes inmunes (macrófagos) y angiogénicos en estos tumores está pobremente caracterizada a nivel de microRNAs y marcadores tisulares.
Objetivos: Evaluar el impacto del microambiente tumoral macrofágico vs. angiogénico en linfomas B agresivos mediante microRNAs y marcadores inmunohistoquímicos, y su relación con sobrevida global y sobrevida libre de progresión.
Material y Método: Se recolectaron muestras tisulares en bloques de parafina de 40 pacientes con Linfoma B agresivos, periodo 2014 a 2018. Los diagnósticos fueron actualizados a la clasificación OMS vigente. Se realizaron estudios de Inmunohistoquímica (VENTANA-ROCHE), y FISH break apart (Zytolight). Para la PCR en tiempo real (qPCR), la cuantificación relativa se realizó mediante el método ΔΔCt, usando hsa-miR-16 como control endógeno, y analizando con QuantStudio Design & Analysis (Thermo Fisher ). Se evaluaron relaciones entre miRNAs y niveles de CD68/CD34 (Spearman). El análisis de sobrevida se realizó mediante Kaplan-Meier y sus comparaciones con el método de log-rank. El presente estudio cuenta con la aprobación del Comité de Ética interinstitucional.
Resultados: Del total de pacientes, el 53% fueron varones. La mediana de edad fue 58 años (RIC: 24). Hubo diferencias significativas en el score angiogénico (p = 0.014, Kruskal-Wallis). Específicamente, el subgrupo DHL (linfoma doble hit) mostró un score angiogénico notablemente más alto (mediana ~3.08) en comparación con los Linfomas doble expresor (medianas ~0.5–0.65). No hubo diferencias significativas en el score macrofágico entre los grupos diagnósticos (p = 0.50). Los miR-296, miR-378 y miR-34a mostraron valores significativamente diferentes entre vivos vs fallecidos. Niveles elevados de estos microRNAs se asocian con desenlace desfavorable. Mientras que miR-126 y miR-21 no mostraron diferencias significativas (p ≈ 0.15 y 0.12 ), aunque también tendían a ser mayores en los fallecidos. Los pacientes con alta expresión de CD34 tuvieron supervivencias marcadamente más cortas. La mediana de SLP fue ~7.1 meses en el grupo CD34 alto vs 38.8 meses en CD34 bajo; la mediana de SG ~8.6 meses vs 47.7 meses, respectivamente (p < 0.0001).
Discusión: La expresión en nuestros pacientes fue similar a la descrita en la literatura. Los linfomas más agresivos (MYC+, doble expresores, doble hit) presentaron un microambiente más angiogénico y menos inflamatorio: altos niveles de CD34 y bajos de CD68. El balance entre el componente macrofágico y angiogénico del TME, mediado por microRNAs, podría representar un nuevo biomarcador pronóstico y una vía potencial terapéutica.