Del 15 al 18 de octubre de 2025, Concepción, Chile
Introducción: La interpretación morfológica del frotis de sangre periférica es un pilar del diagnóstico hematológico, pero la variabilidad interobservador y las prácticas de solicitud no estandarizadas pueden comprometer la calidad diagnóstica y la eficiencia en el uso de recursos. Diversos consensos internacionales —incluyendo las recomendaciones del International Council for Standardization in Haematology (ICSH), las 41 reglas del International Consensus Group for Hematology Review (ICGHR) y la International Consensus Classification (ICC 2022) para neoplasias mieloides y leucemias agudas— proponen criterios objetivos que optimizan la concordancia profesional, reducen revisiones innecesarias y alinean los diagnósticos con criterios clínicos, morfológicos y genómicos actualizados.
Metodología: Se realizó una síntesis de evidencia a partir de 23 publicaciones indexadas en hematología y reportes institucionales provenientes de 7 países, que midieron indicadores antes y después de la aplicación de estos estándares. Se incluyeron estudios prospectivos, ensayos de intervención educativa y programas de optimización de solicitudes de hemogramas con diferencial. Se analizaron métricas de desempeño, concordancia diagnóstica, tiempos de revisión y alineación con criterios ICC 2022.
Resultados: La implementación integrada de guías y consensos internacionales mostró: (1) reducción de revisiones manuales innecesarias hasta en un 42,5%; (2) incremento de la sensibilidad diagnóstica para series roja, blanca y plaquetaria (de 78% a 91%), con mayor detección de blastos circulantes, displasia y trombocitopenias significativas; (3) mejora en la concordancia interobservador en gradación y nomenclatura celular (κ de 0,65 a 0,82); (4) disminución del tiempo promedio por revisión de 7,5 a 5,2 minutos; (5) aumento del 28% en diagnósticos alineados con ICC 2022; y (6) reducción de un 35% en la variabilidad diagnóstica entre laboratorios acreditados. La correlación sistemática entre parámetros cuantitativos y hallazgos morfológicos fortaleció la precisión diagnóstica y permitió identificar casos tempranos de leucemias agudas, síndromes mielodisplásicos y trombocitopenias graves, con derivación oportuna a confirmación por biología molecular o citometría de flujo.
Conclusión: Incorporar consensos internacionales, junto con capacitación continua y auditoría de calidad, constituye una estrategia costo-efectiva, sustentable y alineada con la medicina basada en la evidencia. Este enfoque mejora la reproducibilidad diagnóstica, optimiza recursos y contribuye a mejores resultados clínicos, reforzando la necesidad de su incorporación sistemática en laboratorios clínicos y servicios de hematología. Su implementación no solo favorece diagnósticos más precisos y reproducibles, sino que también agiliza decisiones terapéuticas críticas, especialmente en patologías de alto impacto como leucemias agudas y síndromes mielodisplásicos, asegurando una atención centrada en el paciente.