Del 15 al 18 de octubre de 2025, Concepción, Chile
Introducción: Desde 2019, se incorporó de forma rutinaria la fenotipificación de los concentrados eritrocitarios para el antígeno K1 en todas las unidades de sangre donadas. Esta medida responde a la alta inmunogenicidad del antígeno, cuya exposición puede inducir aloinmunización. A fines de 2020, se implementó el protocolo institucional “Recomendaciones para el uso de concentrados de glóbulos rojos fenotipificados para K1”, con el fin de estandarizar su indicación y garantizar un uso racional y seguro, ante la falta de lineamientos específicos en la práctica transfusional.
Objetivo general: Evaluar el grado de cumplimiento del protocolo implementado para el uso de concentrados de glóbulos rojos fenotipados K1 positivo en las Unidades de Medicina Transfusional, durante el período 2019-2024.
Objetivos Específicos: • Caracterizar la frecuencia del antígeno K1 positivo en donantes de sangre entre los años 2019-2024. • Evaluar la trazabilidad de las unidades de concentrados de glóbulos rojos K1 positivo con los receptores o pacientes de transfusiones. • Determinar el nivel de cumplimiento de los criterios clínicos establecidos en el protocolo de uso de unidades K1 positivo, según el perfil de los pacientes transfundidos (edad, sexo y tipo de evento transfusional).
Metodología: Se llevó a cabo un estudio retrospectivo de cohorte longitudinal. Se recolectaron y analizaron los datos correspondientes a un total de 64.242 pacientes y 254.876 transfusiones realizadas durante los años 2019 y 2024. Se utilizó la correlación de Pearson para determinar la relación entre las variables, obteniéndose el coeficiente de correlación (r) y su respectivo valor de significancia (p). El presente estudio cuenta con la aprobación de una dispensa del Comité de ética correspondiente.
Resultados: La frecuencia del fenotipo K1+ en donantes fue del 3%, con más del 90% de las unidades enviadas efectivamente transfundidas, observándose un aumento progresivo de su uso en pacientes indicados, principalmente en servicios de Emergencia, Urgencia, Pabellón y UCI. En pacientes mayores de 70 años, la tendencia en el uso de K1+ y K1- no mostró significancia estadística (r = 0,6453 y r = -0,6453; p = 0,1664). En 2019, el 9,6% de las mujeres en edad fértil recibieron K1+ y el 90,4% K1-, con una tendencia anual significativa a disminuir el uso de K1+ (r = -0,9725; p = 0,0011) y aumentar el de K1- (r = 0,9725; p = 0,0011), lo que refleja una aplicación más segura y racional de la fenotipificación K1.
Conclusión: La implementación del protocolo ha demostrado ser una medida clínicamente necesaria y con una efectividad creciente a lo largo del tiempo. Será fundamental reforzar la capacitación del personal de salud en inmunohematología aplicada a la práctica transfusional.
Financiamiento: No hay